El trabajo ya genera suficiente tensión cuando no hay dolores de espalda, cuello y dedos. Pero la realidad es que la gente de hábitos principalmente sedentarios –lo que incluye a cualquiera que pase la mayor parte del día en un escritorio– tiene riesgo de desarrollar este tipo de problemas, además de condiciones más serias como el síndrome del túnel carpiano o lesiones por movimientos repetitivos.
jueves, 21 de enero de 2010
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